Hablar sobre Dios desde la Biblia
16 de junio de 2020 • Lectura: 4 min.
Estos días he abierto un canal de YouTube y otro en Castbox. Lo de YouTube es algo que vengo pensando en hacer desde hace algunos años. Es una de las cosas que pensaba que tal vez me pudiera interesar hacer cuando me jubilara. Lo de Castbox es algo que mi esposa, Connie, me ha sugerido que también podía interesar.
La idea de grabar estos episodios para YouTube y Castbox, viene de darme cuenta que mi libro Hablar sobre Dios desde la Biblia nunca sería leído por muchas personas. A mí no me asusta —no necesariamente, según el tema— la idea de leer un libro de 600 páginas o más. Pero entiendo que a muchas personas sí.
Como otros que tienen la costumbre de mucha lectura, yo tiendo a entender las cosas mejor cuando las veo en negro sobre blanco, que cuando me las dicen habladas. Pero sé que otros captan mucho mejor las cosas oyéndolas, que leyendo —de ahí el podcast—. Y que muchos siempre entenderán con más facilidad si pueden ver la cara de alguien que se las va contando—de ahí los vídeos—.
Yo tiendo a distraerme al ver y oír discursos, mientras que tengo un enorme poder de concentración ante la palabra escrita. Pero sé bien que para otros, cualquier distracción es buena cuando hay que ponerse a leer. Esto no tiene nada que ver con la inteligencia. Son sencillamente diferentes maneras de procesar la información.
Preparé Hablar sobre Dios desde la Biblia como un curso de teología bíblica para Taller Teológico de la Facultad de Teología SEUT (Madrid). A la postre añadí traducciones propias mías de los textos bíblicos tratados, cuando decidí publicarlo como libro de lectura, ya no curso de estudio para una clase.
En algún momento de todo esto y la consiguiente publicación por autoedición, me di cuenta que lo que venía a ser todo este material era una serie bastante larga de predicaciones. Que la propia manera de proceder —la lectura de un pasaje de la Biblia y las explicaciones y comentarios posteriores— es también mi forma típica de predicar en una iglesia un domingo por la mañana.
Durante bastantes años he solido leer mis predicaciones. Las redactaba durante la semana con la intención de poder expresar con exactitud lo que quería decir. Procuraba evitar así despistes momentáneos y ocurrencias tangenciales durante la presentación oral, que distrajeran de aquello que sentía que Dios me mandaba predicar.
En mi biblioteca hay un libro que fue de mi abuelo materno, E. S. Hallman. Se trata de una colección de sermones de John Wesley predicados en la década de 1760, en edición de 1844. No soy el único, entonces, que haya escrito sus homilías. De hecho me consta que algunos de los predicadores más famosos del pasado tuvieron esa costumbre, que prestaba especial brillantez a sus presentaciones. No predicaban ocurrencias del momento sino que elaboraban trabajosamente, durante horas con pluma, tintero y papel, rodeados de sus libros, los conceptos que sentían que Dios les impulsaba a comunicar.
Algo así vienen a constituir, entonces, mis temas desarrollados en Hablar sobre Dios desde la Biblia. Con el elemento adicional, de que siguen un desarrollo cuidadoso, por el que he querido sentar las bases de una «teología bíblica».
Para empezar, pensé en doce cuestiones fundamentales que me parecía que había que poder decir sobre Dios. Y sobre nosotros la humanidad, nuestra relación con Dios y nuestra relación unos con otros. Todo ello es inseparable, en la Biblia, de lo que es hablar sobre Dios. Una vez elaborada esa lista de doce cuestiones principales, seleccioné para cada una de ellas cinco pasajes de la Biblia que me parecía que ilustraban el pensamiento de los autores bíblicos sobre la cuestión.
Pero el desarrollo de cada una de esas partes, como ya he dicho, tomó casi siempre la forma de una lectura inicial del texto bíblico, seguida de mis observaciones y explicaciones y comentarios sobre el texto. Esto es lo que se parece tanto a mi forma de predicar en la iglesia.
Así las cosas, leer ante la cámara estos textos de la Biblia y estas reflexiones mías sobre los mismos, me ha parecido un proyecto relativamente natural. El efecto probablemente no sería muy diferente a haber predicado estos temas leyéndolos delante de una iglesia.
Cierta diferencia siempre habrá, por supuesto. Es mucho más fácil levantar la vista y mirar a los ojos cuando uno tiene personas delante. Apartar la vista del texto para mirar la cámara me cuesta bastante más.
Ha echado a andar ahora por fin este proyecto de presentar el material de Hablar sobre Dios desde la Biblia en un formato de vídeo y audio.
Aquí os dejo, entonces, el primer vídeo de la serie y un enlace al podcast. Se trata de un prólogo, con explicaciones esenciales sobre cómo surgieron los estudios bíblicos que constituyen Hablar sobre Dios desde la Biblia. Trae también algunas explicaciones sobre la traducción de los textos bíblicos empleados, que elaboré cuando preparé estos estudios para publicarlos en forma de libro.
Mi idea es ir colgando un vídeo por semana.
Los estudios bíblicos en sí empezarían con el segundo vídeo, que espero subir a YouTube este próximo fin de semana. Tratará sobre la historia de Israel que hallamos en Josué 24, y qué es lo que aprendemos sobre Dios en ella. Es el primer tema dentro del capítulo que trata de lo que supone “Hablar sobre Dios a partir de narraciones”.
Hablar sobre Dios desde la Biblia. Lista de temas
Prólogo
I. Hablar sobre Dios a partir de narraciones
Josué 24,1-28 | Salmo 105 | Salmo 106 | Hechos 6,8-8,4 | Lucas 3,21-4,30
II. La historia sagrada exige una respuesta moral
Asumir una perspectiva confesional | 2 Samuel 11-12 | Génesis 41; 47,13-37 | Jonás | Filemón
III. El Creador de todo lo que existe
Éxodo 15,1-21 | Génesis 6,1-9,17 | Pr 8; Jn 1,1-18; Col 1,13-27 | Génesis 1,1-2,3 | Apocalipsis 21,1-22,5
IV. Cuadros de la caída
Génesis 2,4-4,26 | 1 Samuel 8 | Lamentaciones 1, 2 y 4 | Apocalipsis 17,1-19,4 | Romanos 1,16-2,29
V. Esperanza más allá de la caída
Oseas 11-14 | Ezequiel 36 | Hechos 2 | Romanos 5-6 | 1 Corintios 15 |
VI. El Dios de la Ley
Éxodo 19,3-20,18 | Miqueas 4 y 6 | Salmo 119,1-40 | Romanos 7-8 | Mateo 5,17-48
VII. Dios, nuestro punto de referencia y estabilidad
Salmo 22 | Salmos 30 y 145 | Proverbios 3 | Job 31; 40; 42,1-6 | Jn 13,1-17; 1 Cor 11,17-34
VIII. Cartas desde el frente: Sobre la naturaleza de la iglesia
Santiago | 1 Pedro | 1 Tesalonicenses | 1 Juan | 2 Timoteo
IX. Si Dios se hizo carne…
Isaías 52,7-54,8 | Jesús y «El hijo del hombre» | Marcos 14,53-15,47 | Juan 5,19-47; 6,26-60 | 2 Corintios 4 y 8
X. «El Reino de Dios» y el pensamiento de Jesús
Isaías 61 y 62 | Mateo 13 | Lucas 11 | Marcos 10 | Juan 3,1-21; 18,28-19,16
XI. La imaginación desbordada por el Espíritu
Ezequiel 1 y 10; 11,22-25 | Ezequiel 47 y 48 | Daniel 7 | Apocalipsis 16 | Apocalipsis 12; 20,1-10
XII. Conclusiones: Nuestra vida con el Dios de la Biblia
Paz en la familia y el entorno social inmediato | Paz con los enemigos | Paz entre las etnias y naciones de la humanidad | Paz interior. Paz con el sesgo moral del universo | Paz con Dios
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