esposos Varlotta
Mirta Soto Varlotta y su esposo Jorge Varlotta, pastores de la Iglesia Evangélica Menonita de Moreno en el gran Buenos Aires, captaron la atención a nivel nacional con su testimonio de reconciliación después de la muerte de su hijo. Foto: J.N. Krayabill

Testimonio de reconciliación después de tragedia en Argentina
por J. Nelson Kraybill [1]

Bogotá, 7 Febrero, 2018 —Cuando los menonitas de  Argentina planearon un congreso de misiones para celebrar el centenario del testimonio anabautista en su país, recibieron un regalo inesperado: el uso gratuito del Palacio Municipal en Malvinas Argentinas, una localidad en el extrarradio de Buenos Aires.

Esa generosidad vino debido a una tragedia que captó la atención de la nación un año atrás, cuando un científico de 24 años llamado David Varlotta,  que había sido galardonado, fue asesinado en un incidente relacionado con el robo de un auto.

Lo que hizo que la muerte de este joven menonita fuera noticia en todo el país no fue solamente su capacidad  como científico, sino también la respuesta reconciliadora de sus padres. Su perdón y amor impulsaron al alcalde de Malvinas Argentinas a abrir un edificio gubernamental para la reunión de celebración del centenario de los menonitas, que se llevó a cabo el 17 de septiembre de 2017.

David Varlotta captó atención internacional por primera vez cuando ayudó a desarrollar un sistema de purificación de agua de bajo costo a base de energía solar, para uso en zonas rurales de Argentina. La NASA, el programa espacial estadounidense, nombró un asteroide en honor de Varlotta.

Varlotta era además un líder nacional de jóvenes en la Iglesia Menonita Argentina, y estaba estudiando teología.

Aunque no opuso resistencia cuando algunos jóvenes intentaron llevarse su coche frente a la casa de sus padres uno de los asaltantes, de 17 años, disparó su arma. Su madre, Mirta Soto Varlotta, que sirve junto con su esposo Jorge Varlotta como pastora menonita, presenció el crimen. Cuando el acusado fue sometido a juicio meses después, los padres testificaron.

Es común que los sobrevivientes en ese tipo de circunstancias digan palabras vengativas y llenas de odio a la prensa y en el juicio, pero los padres de Varlotta brindaron perdón. Expresaron un dolor abrumador, pero también preocupación por el bienestar del acusado. El amor que ellos mostraron fue evidente y fue un testimonio para la nación.

Los menonitas son un grupo muy minoritario en Argentina. Suman casi 5.000 personas entre los 5.700.000 evangélicos del país, que es tradicionalmente católico. Las congregaciones menonitas son pequeñas pero dinámicas en toda Argentina. Combinan el activismo frente a problemáticas sociales y de abuso de drogas, con el fervor por la misión y evangelización. Cuando varios cientos de delegados menonitas se reunieron en Malvinas Argentinas, hubo muchos informes sobre el alcance de la misión en las ciudades, pueblos y comunidades aborígenes del país.

Antes del congreso de misiones, los menonitas sostuvieron una celebración al aire libre en la ciudad de Buenos Aires, en un parque adyacente a Puerto Madero. Es ahí donde en 1917 desembarcaron Josephus W. y Emma Shank, y Tobías K. y Mae Hershey, los primeros misioneros menonitas de Norte América.

Dios sigue activo en la sanación de la estela que dejó la tragedia. Mirta, la madre de David Varlotta, ha emprendido estudios para ejercer la capellanía en centros carcelarios, para ministrar a jóvenes acusados o condenados por crímenes. 


1. Comunicado de prensa del Congreso Mundial Menonita - CMM.